MODALIDADES, METODOLOGÍAS Y TÉCNICAS BÁSICAS EN EL SURF

Aquí les dejo unos apuntes básicos por si se animan a practicar surf. El texto lo he retocado, añadiendo y quitando frases y párrafos extraídos del libro citado al final según las experiencias que tuve cuando estuve en la escuela de surf Tsunami en Las Palmas de Gran Canaria, sobre todo, palabras que nosotros aquí no usamos...
La intención es tener una guía resumida y sencilla por si alguien quiso saber algo y no se atrevió a preguntar...
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Existen variadas formas de deslizar olas, con o sin útiles y cada una tiene características y detalles propios. Describiremos las más conocidas hasta ahora así como los métodos para aprender y practicar las más populares.
Paralelamente, presentaremos los momentos clásicos al deslizar la ola, las maniobras más usuales y cómo llegar a ellas.

TABLA: REQUISITOS BÁSICOS
1- Saber nadar (básico).
2- Cabe añadir (y esto es muy importante) que lo básico aparte de saber nadar, sería saber remar encima de una tabla de surf. Se puede practicar y “coger fondo” llevando nuestra tabla a piscinas (naturales o municipales) y hacer largos recorridos remando con ella hasta que dominemos la técnica. El surfista se traslada dentro del agua remando y es lo que hace que conectemos con las olas. Aparte de facilitarnos el “coger olas”, esto nos puede sacar de un apuro.
3- Usar una tabla adecuada que nos ayude. No vale cualquier tabla ya que cada persona es diferente. Buscar consejo de alguien experimentado.
4- Estar acompañado por un instructor con experiencia.
5- Dar cera (wax) profusamente a la tabla, especialmente en la zona de los apoyos.
6- Consultar con otros surfistas o “locales” acerca del fondo marino y corrientes.

ACTIVIDADES PREPARATORIAS
1- Calentamientos y estiramientos de las articulaciones.
2- Dibujar el contorno de la tabla de surf en la arena y su eje longitudinal o listón (de delante hacia atrás). Como referencia el cuerpo debe estar distribuido igual a ambos lados por igual y ponernos listos para practicar el salto para ponernos de pie. Las manos se apoyan debajo de los hombros y con un salto se pasa a la posición de parado. El pie delantero debe quedar entre las manos y sobre el eje o listón en un ángulo de 45 grados, muy similar a la postura de un esgrimista o boxeador, aunque más agazapado o agachado. Observar los apoyos en la arena, sobre todo el pie posterior o trasero (que da apoyo al salto). Si cae fuera del perímetro antes marcado, corregir en el próximo intento. También el pie delantero, ya que será fundamental en etapas posteriores para darle la inclinación adecuada a la tabla. Cualquier pie puede llevarse adelante, tanto izquierdo como derecho y debemos elegir por instinto el que nos resulte más cómodo (zurdo o diestro). Con los niños insistiremos en que alternen los dos pies hasta que elijan uno. Practicar mucho hasta que los movimientos sean muy fuídos y mecánicos e incluir progresivamente la amarradera que siempre irá en el pie trasero.

3- Si se utilizan trajes térmicos, probarlos antes de surfear para ver su nivel de comodidad y elasticidad.

DESLIZANDO ESPUMAS
1- Con la tabla parafinada (cera), intentar tenderse sobre ella en el agua cuidando de distribuir el peso sobre el eje longitudinal. Una vez estabilizados, se intente con el braceo alterno muy similar al nado “crawl”, o simultáneo, con ambos brazos a la vez, lo que impulsará al surfista hacia adelante.
2- Conviene deslizar primeramente espumas (de fácil toma y sin peralte). Debemos cuidar el morro de la tabla para no enterrar de punta. Observar también que el trecho a deslizar esté libre de otros surfistas o bañistas despistados. Acostados, debemos definir deslizamientos izquierdos y derechos inclinándonos hacia los lados respectivos. También hacia adelante y hacia atrás para acelerar y frenar la tabla. Cuidar también de no encallar en la orilla ya que frenaríamos en seco y podríamos estropear las quillas de la tabla.
3- Luego de varios intentos acostados comenzaremos a incorporarnos con los gestos y movimientos practicados en la arena y probar las reacciones laterales y longitudinales. Muy importante: Si nos caemos de la tabla, jamás entraremos en el agua de cabeza. Corregir la caída en el último instante antes de tocar el agua.
4- Hasta ahora es preferible practicar sin la amarradera ya que puede convertirse en un factor de distracción. Incluirla cuando se desee en el pie trasero como dijimos antes y cuidar de que no quede enredada en las quillas o en la pierna.

PRECAUCIONES
1- En las caídas nunca buscar profundidad. Recordar que el aprendizaje se cumple prácticamente en la orilla.
2- Iniciar los primeros intentos con alguien experimentado, “que tenga paciencia” y sepa resolver nuestras dudas.
3- Dar cera profusamente a la tabla.
4- En las caídas nunca deje la tabla entre usted y la espuma. A pesar de estar atada a su pie, la tabla a merced de las espumas es muy peligrosa.
5- Bajo el agua, deberíamos cubrirnos la cabeza y cara con brazos y manos y ascender a la superficie cuando estemos seguros de que la tabla esté lejos. Eso se sabe cuando la amarradera está totalmente estirada. Ojo! Con el retroceso de la tabla hacia nosotros por el estiramiento del elástico de la amarradera.

DESLIZANDO OLAS
Dividiremos esta etapa en:
a- Pasaje de espumas.
b- Entrada a la posición.
c- Toma de la ola.
d- Deslizamiento.
e- Salida.
f- Caídas.

A- PASAJE DE ESPUMAS:
Con la evolución de útiles pequeños para coger olas o surfear, en nuestro retorno a la rompiente o lugar de toma de las olas, el pasaje de espumas (patito) se convirtió en una maniobra relativamente fácil. Anteriormente a la tabla corta y la amarradera, los tablones eran un verdadero obstáculo a los frentes espumosos y se debía elegir con mucho cuidado los accesos para penetrar en la rompiente sin perder la tabla.
Con tabla corta: Llamado “patito” porque recuerda la acción de éstos al zambullirse. Tomando ambos bordes de la tabla y recargando el peso del cuerpo delante, sumergimos la punta de la tabla pasando por debajo de la turbulencia. La acción se ve facilitada si se apoya la rodilla como sostén.

El abandonar la tabla y pasar buceando por debajo de la espuma es hoy una ventaja que nos da la amarradera, sin embargo aconsejamos hacerlo solamente en situaciones extremas ya que la tablas suelta puede lastimar seriamente a los demás surfistas que vienen remando detrás de nosotros. Debemos fijarnos antes y avisar que la soltamos.
Con tablón:
1- Pasaje invertido: Al aproximarse la espuma cogemos fuertemente los cantos del tablón y volteamos debajo del mismo, tratando de que la punta quede por debajo del nivel de la cola (culo). Esto evitará que la espuma enganche el tablón y nos lo quite de las manos.

2- Pasaje frontal: Braceamos hasta quedar a 5 metros de la espuma y antes de que nos impacte, tomamos los cantos del tercio anterior del tablón y nos sentamos levantando la punta. En el momento del impacto de la espuma nos movemos rápidamente hacia adelante sobrecargando el peso en el tercio anterior (por donde lo habíamos cogido). Esto hará que prácticamente “trepemos o escalemos” por y sobre la espuma. No se debe usar en olas superiores a 2 metros.

CONSEJOS PRÁCTICOS:
1- Observar las rompientes y espumas desde la costa para descubrir dónde debilitan su poder. Casi siempre lo hacen sobre corrientes y canales de “descarga”. Se deben buscar esas zonas para penetrar con menos esfuerzo.
2- Al atacar una espuma hacerlo con la mayor velocidad y lo más perpendicularmente posible para neutralizar en parte, su fuerza de choque.
3- Observar y contar la frecuencia de las series o “trenes de olas” desde la costa para acceder en los períodos de calma.
4- Cuanto mayor es la zambullida, menos será el efecto de arrastre de la espuma.

B- ENTRADA A LA POSICIÓN:
Se llama rompiente, line-up, pico… al lugar exacto donde la ola y el suelo marino conjugan el desplome de la misma. La onda de alta mar comienza a sentir el rozamiento de sus moléculas inferiores y vuelca las superiores hacia adelante. Es en ese lugar preciso donde el surfista debe igualar la velocidad de la ola con su braceo o remada. Es muy importante fijar la posición pues las rompientes no soñ erráticas sino que romperán con rutina sobre el suelo marino que ofrezca menos profundidad. En las playas de suelos arenosos o blandos, podrán cambiar imperceptiblemente durante el día y notoriamente en el correr de las semanas, meses y temporadas. En suelos rocosos o coralíferos el cambio estará dado por la dirección de la fuerza del mar, período y largo de la ola junto con la altura de las mareas. Las olas romperán antes o después de la posición, pero el área será básicamente la misma. Es apropiado observar antes de entrar al agua, dónde rompen la mayoría de las olas o dónde se ubicaron surfistas anteriores.
Una vez llegados a la rompiente y posición elegida en el agua, lo primero que debemos hacer es tomar referencias personales con accidentes o puntos en la costa (cerros, árboles, rocas,…) ya que seguir al resto de surfistas nos hará “dependientes” y muchas veces la toma de la ola dependerá de la voluntad y habilidad personal (velocidad de remada, agilidad al subirse, selección de una sección de la ola, dirección,…).
Una vez elegida la posición, nuestra postura sobre la tabla será la de sentados controlando el horizonte y los puntos de referencia de la costa.
Sería muy extenso explicar todos los detalles de cuál es la ola perfecta o exacta para deslizar. El mar, tiene un sinfín de variedades que solamente la experiencia podrá darnos en el momento decisivo al intentar coger una ola.

C- TOMA:
CONSEJOS PRÁCTICOS:
1- Observar desde la costa el lugar recurrente de la rompiente y otros surfistas.
2- Utilizar accidentes geográficos de la costa para mantener la posición.
3- La estancia sentados y mirando el horizonte es ideal para esperar las olas, incluso para relajarnos y recuperar fuerzas.
4- Estar atentos a los cambios de marea, corrientes y vientos que afectan a nuestra posición.
5- Al seleccionar una ola, decidir sobre la marcha y según sus características, qué lado deslizar.
6- Para cogerla, remar o bracear enérgicamente hacia la costa controlando alternadamente la punta de la tabla y la aproximación de la ola. Debemos cuidarnos también de que no hayan otros surfistas delante, e incluso, bañistas, ya que podríamos provocar un grave accidente. Es preferible esperar otra ola que arriesgar.
7- Cuando la remada ya es innecesaria, incorporarse rápidamente de un salto como habíamos practicado en la arena y mantener el centro de gravedad lo más bajo posible.
8- Preferencias: Existe un “código” de respeto y honor (lamentablemente tendente a desaparecer) que indica al surfista más próximo al “pico” (lugar más elevado de la ola y que desplomará primero) o “adentro” el derecho a deslizarla. Cualquier otro surfista ubicado “afuera” o en el hombro o recorrido de la ola debe dejar paso libre al que tuvo la habilidad de colocarse mejor. Si decide cogerla también, dará lugar a un posible accidente. El océano, es un padre pródigo, da olas en abundancia. No debemos arruinar un buen día de olas con nuestro descuido y falta de respeto.

D- DESLIZAMIENTO:
Existen varias maniobras para bajar la pendiente de la ola. Entre ellas la bajada directa (en L), zig-zag (en S), en C, … según el dibujo de la estela en la cara o pared de la ola y pueden realizarse por el surfista tanto de cara como de espaldas.

Todas ellas conducen a mayor velocidad y ayudan a catapultar al surfista a la pared de la ola para realizar cualquier maniobra con mayor éxito. El deslizamiento por la pared de la ola tiene tantas variantes que rige aquí la misma ley que en la elección de la toma, sin embargo podemos establecer algunas pautas que hacen el recorrido más veloz, crítico, exigente y excitante:
1- Echando el peso del cuerpo hacia adelante, se acelera. Atrás, se desacelera.
2- Las partes verticales de la ola son más veloces. Por eso se debe maniobrar para estar siempre más cerca de la parte que va desplomando en la ola, cerca del “tubo”.
3- Los giros o cortes (pronunciados cambios de dirección) en todos los sentidos se utilizan para mantenerse el mayor tiempo posible, a alta velocidad, cerca del “tubo” o rompiente. Se logran inclinando fuertemente el peso del cuerpo hacia el sentido deseado.

E- SALIDAS:
Cuando la ola así lo exija o por voluntad propia se recurre a las salidas para abandonar el deslizamiento. Lo más común es inclinarse hacia el lugar deseado pero su resultado dependerá de la velocidad y el buen “Timing” (anticipación o momento preciso) del surfista. Algunas salidas, son virtuales vuelos, otras más controladas dejan al surfista justo detrás de la ola que dejó y listo para reiniciar su remada. En olas muy grandes se exige a veces el abandono de la tabla pR evitar una sección muy crítica o el arrastre de un espuma muy pesada. En esos momentos debemos estar en muy buena condición física y mental, aprovisionarnos de aire y buscar alejarnos de la tabla en las turbulencias de la espuma.

F- CAÍDAS:
Llamadas también “wipeouts” pueden resultar muy peligrosas si no se conocen algunos recursos para controlarlas. Debemos tomar en cuenta el impacto con el posible labio de la ola que desmorona, espumas, tablas, profundidad existente y otros surfistas. De todo ello dependerá qué caída utilicemos. Una vez bajo el agua, recordemos que la acción continúa allá arriba en la superficie y con ojos abiertos dirigirnos al lugar más seguro. A veces es la profundidad la que nos alejará de espumas sucesivas, mientras que en otras, podremos retornar rápidamente a la superficie. Una vez allí, son varios los focos de atención:
1- Evitar a los demás surfistas y sus olas.
2- Otras secciones de olas y espumas cayendo sobre nosotros.
3- Recuperación de nuestra tabla.
4- Retornar de nuevo al “pico” por un lugar seguro.
5- A veces sucede que la amarradera se rompe y quedamos a merced de nuestras capacidades natatorias y las corrientes circundantes.
REGLA DE ORO: No perder la calma, flotar, elegir el curso y nadar hacia las espumas, nunca en contra de la corriente y menos en las de descarga. Si éstas son muy fuertes, tratar de angular nuestro nado hacia las espumas que nos empujarán hacia la costa. El recurrir a otros surfistas es muy sabio ya que nos podrán acercar a nuestra tabla o hacia la orilla. Es aconsejable alternar o intercalar el nado con períodos de flotación para recuperar fuerzas y nuestra posición real. Nuestros movimientos no deben ser exagerados y recordemos que es traje de neopreno es un salvavidas natural y que cuanto más aire tengamos en los pulmones, más flotabilidad tendremos. Si estamos solo, golpeados e imposibilitados de nadar normalmente, el nado utilitario será nuestra ayuda. Todos los estilos de nado con impulsión principal de las piernas servirán para el traslado. La posición más descansada es la flotación dorsal, boca arriba, con traslado de patada y aleteo de brazos. En mares muy grandes, las espumas son turbulencias con gran porcentaje de aire, virtualmente “bolsas” de aire que no ofrecen mucho apoyo inicial. En esas áreas lo más recomendable es flotar hasta que se restablezca la densidad del agua.

Bibliografía: He'enalu, El juego en las olas. Profesor Ariel González Testén.

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