EN RECUERDO DE MI AMIGO FÉLIX HORMIGA FALCÓN

Fué un 29 de Julio de 1999. Jueves. Uno de los días más tristes de mi vida...

Era natural del barrio de Bañaderos, donde vivía cerca de mi casa. Nació el 21 de Septiembre de 1957. Persona polifacética y muy activa, había emigrado a Suecia a los 16 años y siguió por Europa recorriendo varios países. De vuelta a Gran Canaria trabajó como submarinista profesional en el puerto de Las Palmas de Gran Canaria. Hizo de relaciones públicas, pizzero, pintor y vendedor de frutos secos en Teror hasta que montó sus propios negocios, de los cuales uno fue la Zumerí a "Tutti Frutti" en Playa del Inglés y otro, el Restaurante "El Puertillo".

En su faceta deportiva, Félix era patrón de barco y su gran afición, la pesca submarina. Nos inició a muchos de nosotros en la inmersión con botella. También practicó Waterpolo, ciclismo y atletismo pero tal vez, su gran afición fue el surf que empezó a practicar en 1991 con un bodyboard en El Puertillo y más tarde con un Paipo (Kneeboard) a la edad tardía de 34 años dedicándole gran parte de su tiempo libre. Deportista nato, muy conversador y divertido se relacionaba con todo el mundo. Si estabas cerca de él, aunque no le conocieras, terminabas en su tertulia. Muy carismático... Grandísimo amigo.

Así le sorprendió la muerte aquel día y lo recuerdo como si fuese ayer...

Era un soporífero día gris de verano, de esos que abundan durante el mes de Julio por aquí. Habíamos estado dando vueltas toda la mañana buscando un lugar en el norte donde coger unas olillas y al final terminamos en El Puertillo a las dos y media de la tarde sin nada que hacer y me invitó a 2 cervezas. Entre charla y charla nos enteramos que había fallecido de repente el padre de un amigo de aquí al lado y quedamos en ir esa noche a acompañar un rato al velatorio...

Decidimos irnos a comer y me dijo de quedar más tarde para ir a San Andrés (Los Enanos) para hacer un poco de surf allí. Yo no quise ir ya que el mar casi ni tenía olas. Se fué solo.

Una vez dentro del agua en Los Enanos se empezó a sentir mal y salió por sí mismo hasta la orilla. Se desplomó en los callaos con las aletas puestas y con el Paipo amarrado en el tobillo. Así me lo contaron los que le vieron, sobre todo mi amigo Carliños de Telde y Alfredo del Trapiche.... Así de repente.

Aparte de la desgracia, lo más tritste de ese día fué que por la noche, todavía sin creérmelo, fui a 2 duelos. El del padre de mi amigo y el de él. Al día siguiente, los enterraron uno junto al otro...

Lo que sí tengo guardado en mi casa... Es su Paipo.

Cómo pasa el tiempo...